El entrañable mozalbete de la soriasis

La película empieza con el tipo de la soriasis haciéndose una manolilla con un poster de Carmen. En un momento especialmente cálido, el tipo atraviesa la foto con su tranca a la altura de la boca de la Mairena y empieza a darle a la zambomba mientras que, en sus fantasías, ella se despendola con otro pavo. Prodigio de montaje y de reflexión metacinematográfica sobre la realidad y la ficción.
Sin embargo, el clímax llega cuando Carmen, tras proferir su única frase en toda la peli ("que electricista ni que electricista, tengo el coño que me hace chispa")hinca los codos sobre una mesa, pone el culo en pompa, y el pavo de la soriasis, ni corto ni perezoso, le rompe el cerito. Hasta ahí uno puede resistir más o menos. Pero queda lo peor. En un arranque de heroismo sin parangón, el pavo de la soriasis saca la lengua y le chupa el culo como si la cosa no fuera con el. Vamos, que el chico termina robándole la película a la Mairena. Ignoro cuánto cobro el desdichado por su épica actuación, pero debió ser bastante. Esperemos que no cometa el error de pigmentar de nuevo su miembro con el dinero obtenido. Sería una auténtica pena que un actor como él se despojara de su rasgo más característico. La soriasis venérea de este tipo es a las pollas lo que el hoyuelo de Kirk Douglas a las barbillas. ¡Vivan los secundarios con encanto!
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Uruloki -